Comprar su primer coche puede ser abrumador. Hay tantas opciones a su disposición con sólo pulsar un botón. ¿Cómo saber si comprar un coche nuevo o usado? ¿Un todoterreno o una berlina? ¿Gasolina, eléctrico o híbrido? Es importante tener claro qué vehículo te interesa comprar antes de ir al concesionario. Investigar antes te ayudará a encontrar el coche que mejor se adapte a tus necesidades y a tu situación financiera. Esto es todo lo que te recomendamos que tengas en cuenta antes de firmar los papeles y salir con tu coche nuevo del concesionario:
- El precio: Para muchas personas, el precio es el factor decisivo a la hora de comprar un coche. Según el Kelley Blue Book, el precio medio de un coche nuevo hoy en día es de 48.008 $. Antes de ir al concesionario, calcula cuánto puedes gastar al mes en los pagos del coche. Es importante tener en cuenta los impuestos, las tasas de matriculación, el seguro y el mantenimiento, además del precio de etiqueta del coche. Si las tasas de tu estado son demasiado elevadas, quizá te convenga optar por un coche con un precio de etiqueta más bajo.
- Préstamos: Aunque pedir un préstamo puede ayudarte a pagar el coche, es recomendable que pongas una entrada de al menos el 20%. Los expertos también recomiendan decir no a los préstamos a largo plazo (más de 60 meses) y optar en su lugar por plazos más cortos. Con las cuotas más largas, acabas pagando más de lo que realmente vale el coche. Cuanto antes devuelvas el préstamo, menos intereses pagarás a la larga.
- Nuevo o usado: Comprar un coche nuevo tiene ventajas e inconvenientes frente a comprar uno antiguo. Un coche nuevo puede ser más fiable, necesitar menos reparaciones y tener garantía. Los coches nuevos suelen tener un mayor valor de reventa y los prestamistas cobran una TAE más baja. Sin embargo, los coches usados tendrán pagos mensuales más bajos. Si te interesa un vehículo con las últimas tecnologías o piensas venderlo en algún momento, un vehículo nuevo puede ser lo que necesitas. Sin embargo, si tienes un presupuesto limitado y no piensas revenderlo, lo mejor es un coche usado.
- Residencia y uso: Ten en cuenta tu ubicación y la frecuencia con la que vas a utilizar el vehículo. ¿Vives en una ciudad donde se puede ir andando y sólo necesitas el coche de vez en cuando? ¿Vives en las afueras y tienes que desplazarte al trabajo durante una hora al día? Si sólo piensas utilizar el coche para escapar de la ciudad de vez en cuando, piensa en un vehículo de segunda mano más asequible. Si piensas utilizarlo a diario para desplazarte al trabajo, considera la posibilidad de comprar un coche nuevo, más fiable y con un buen kilometraje. Además, si vives en un lugar con inviernos largos y nevados, puede ser necesario un coche con tracción a las cuatro ruedas y tecnología de seguridad adicional.
- Tamaño: Si tienes un presupuesto limitado y sólo necesitas un coche para transportarte a ti mismo y a otra persona, no hay necesidad de comprar un Escalade de ocho plazas. Si tienes o piensas tener hijos, lo mejor sería un coche con amplios asientos y espacio de almacenamiento.
- Tipo: Los consumidores tienen ahora la opción de elegir entre un vehículo de gasolina, eléctrico o híbrido. Los coches eléctricos e híbridos producen menos emisiones y tienen menores costes de combustible, pero encontrar una estación de carga puede ser difícil para los propietarios de vehículos eléctricos en carretera. Si te interesa reducir tu impacto medioambiental, pero no quieres tener que cargar el coche, un híbrido puede ser la opción perfecta para ti.
- Prueba de conducción: Tanto si estás en un concesionario como si te encuentras con un vendedor de Craigslist, es importante que pruebes el coche antes de comprarlo. Querrás asegurarte de que te sientes cómodo en el vehículo y de que te gusta cómo conduce. Probar el coche también te permitirá hacerte una idea de su tecnología. Por ejemplo, si te interesa un sensor de movimiento para cambiar de carril o el emparejamiento Bluetooth, podrás probar estas funciones durante la prueba.
El proceso de compra de un coche nuevo puede ser más fácil si exploras tus opciones y averiguas exactamente lo que quieres/necesitas en un coche antes de poner un pie en un concesionario. Puede que esta vez no puedas comprar el Porsche de tus sueños, pero seguro que puedes encontrar otro coche que se adapte a tu situación con un poco de investigación y determinación.